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Se recorrieron 10 Espacios creativos llenos de historia, arte y por supuesto buena comida.

 

Recorrimos a pie en el Eat Up capitalino 10 espacios que ofrecían distintos platos y que compartían una responsabilidad social. El evento, para algunos, los puntuales, comenzó a
la 1:30pm en la 59 con novena en el bar Disco Jaguar.


Los asistentes recogíamos el tiquete con un mapa que indicaba la dirección y el logo de cada espacio creativo. El boleto nos guiaba en las laberínticas e inclinadas calles de
Chapinero. También nos permitía reconocernos, ya que las personas que 'parecían' un poco perdidas mirando el mapa para ubicarse éramos los asistentes al tour.

Comenzamos por La Urraca Inglesa, que es una tienda de regalos con una historia peculiar, ya que fue construida por dos italianos conocidos como Doménico y Vicenzo, que tras
arribar a Colombia huyendo de la Segunda Guerra mundial, fundaron también el primer teatro colombiano. Ese episodio se conoce gracias a los documentos y las cartas encontradas que aún se conservan en ese lugar.

Nora Mendoza, una de las propietarias de la casa, dice que “si esta casa la venden va a terminar en un edificio de apartamentos. Por eso y para sostenerla, hicimos de ella una
tienda de regalos porque además, a la gente la hace feliz recibir obsequios”. La construcción es de las que tienen jardines en su interior y que contrasta con un interior lleno de cuadros, libros, y objetos con muchos detalles.


En La Urraca Inglesa nos recibieron los chefs de Gea Bizcochería que tiene el objetivo de borrar ciertos estigmas que rodean la comida vegana para hacerla atractiva a cualquier
paladar. También participó la Cocina Rural Enki, que retomó el recorrido de la Urraca por Colombia para a través de de su trayectoria, probar los sabores que están en las
regiones que esta ave visita.
Ya a la altura de la quinta con 57, nos encontramos con letreros de buses que identifican a la Castaña, estos le dan una personalidad bogotana al lugar. Además, las empanadas
que integran sabores de otros países conservan siempre un poco de la sazón local.

Siguiendo el camino, en la mayoría de puntos nos recibían también los jóvenes de la Fundación Qubo, quienes están interesados en el estudio de la gastronomía. Esto representó
una oportunidad para que ellos se empaparan de este mundo. Esta fundación busca darles un espacio a muchachos del programa 'Niños sin rejas' de la ONG Bice que son adolescentes
que están en un proceso de justicia restaurativa.

De igual forma, espacios como la Granja de San Ildefonso y Gaia Fresca, nos recordaban la importancia de la comida orgánica ya que son sus propietarios quienes cultivan los
alimentos. Además, proponían diferentes recetas para utilizar la amplia variedad de verduras y frutas que surgen en el altiplano cundiboyacense.
Por su parte, Doméstica, sobre la calle sexta con 56, ofrece comida, que busca evocar los buenos tiempos de antaño, quiere que las personas se sientan como consentidas por las
abuelas, que antes y aún hoy expresan su cariño a través de sus preparaciones.

Diosa, también fue uno de esos invitados que reivindica la preparación de la comida tradicional. Sin embargo, en apariencia los platos parecían pequeñas obras de arte
minimalista, nada de similar a la apariencia de estos amasijos; eso sí, llenas de color y diversas texturas.

Otros de los participantes fueron El Clandestino – Hippie, Drink Corelia, Sabha tienda y cocina, Alta Gracia, Del Portillo Mobiliario, Danilo Melbourne, Nada y El Cebollero.
Cada uno con un tono distintivo en su apuesta culinaria y con una responsabilidad social detrás.

Lamentablemente, el tiempo no nos dio para recorrerlos a todos, tal vez se debe un poco a nuestro esfuerzo físico por la carga de cámaras o porque tomábamos mucho tiempo en cada lugar. Sin embargo, quedamos con ganas de recorrerlos todos.

El evento y el postre final fueron de nuevo en Disco Jaguar. Acompañados de buena música y bebidas terminamos el recorrido con nuevos aprendizajes y nuevos conocimientos de lo que sucede en Bogotá. Las redes se empiezan a gestar.

 

 

TOMADO DE: www.eltiempo.com