Los Duvall salieron de Argentina en un bus viejo tras las huellas del 'Che'.

Argentinos por Colombia

Eje, junio 11 de 2008
 
Argentinos por ColombiaLuciano compartió las notas de su bandoneón con los internos de la Cárcel Nacional de Varones 'La Blanca', en Manizales.Los Duvall salieron de Argentina en un bus viejo tras las huellas del 'Che'. Se han presentado en bares y en una cárcel.

 

Hace dos meses, los Duvall no tenían ni idea a dónde llegarían en un viejo bus cantando tangos.

Sin destino, esta familia argentina -dos esposos, dos hijos y dos sobrinos- emprendió una aventura por carretera con 300 litros de gasolina desde su país.

 

"Estando en La Serena (Chile) dijimos: veamos hasta dónde llegamos con la música, porque con plata se va a cualquier parte. Aprovechamos la unidad familiar y nuestro lema fue presentarnos con la verdad, la humildad y nuestro arte", dice Javier Duvall, el padre, de 45 años.

 

La compañía San Luis Tango, como decidieron llamarse, proviene de Justo Darac, un pequeño poblado en el norte de Argentina.

 

En Perú les tocó dejar el bus, pero siguieron su ruta en buses intermunicipales hasta llegar a Colombia.

Hace dos semanas entraron a Nariño y desde entonces la agrupación se ha presentado en Pasto, Cali, Pereira, Manizales y Medellín.

 

Con Javier viaja su esposa Azucena; sus hijos Luciano y José, y sus sobrinos Lucas y Reynaldo.

Su viaje está inspirado en el histórico recorrido del 'Che' Guevara en motocicleta.

 

"Del 'Che' rescatamos su sueño de hermandad e igualdad, él sufrió muchísimo al ver morir a los niños por el hambre", dice Duvall.

 

Agrega que le gusta estar con un grupo conformado por cuatro jóvenes, ya que se nutre de ellos, de su alegría, de las ganas de conocer el mundo y porque con ellos pudo cruzar dos desiertos: el Atacama de Chile, "el más árido del mundo", y el del Alto Perú.

 

Cada uno cumple un rol. Javier canta y actúa en el escenario; Reynaldo canta tango-ópera; Lucas pone a vibrar las sillas con su bajo; José toca la guitarra y Luciano hace malabares con el bandoneón.

 

"Antes jugaban a las damas y ahora se dan cuenta de que el tango es un ajedrez. Ahí dejaron un poco el rock y después mirá. ¡Son tan jóvenes y tocan tango!", argumenta Javier señalando a sus compañeros, quienes hicieron un arreglo instrumental para tango de la canción Eleanor Rigby de The Beatles.

 

Y es que varios de ellos no empezaron con el tango.

 

"Toco el bajo desde los 11 años y empecé con el rock nacional.
Estoy en el tango desde que murió mi abuelo, él me decía siempre: tocame un tango, tocame un tango y yo le decía: ¡No, eso es para viejos! Hasta que se fue y empecé a leer más sobre el tango, a escucharlo, luego las letras y me atrapó. Y cuando estaba listo para darle gusto a mi abuelo ya no lo tenía a mi lado, hace cinco años falleció", dice Lucas.

 

En su recorrido por Colombia, el grupo se ha presentado en cafés y teatros. Y con lo que reciben han podido pagar la dormida y la comida.

 

En Manizales, la banda visitó la cárcel nacional de varones con ayuda de 'Mamá Bertha', una mujer aficionada al tango que desde hace 50 años visita a los internos y les lleva artistas.

 

"Conocimos a 'Mamá Bertha' y nos invitó a su humilde casa, donde tiene dos grandes colecciones de tango: una es de discos de pasta y la otra de fotografías de los tangueros que la han visitado, como Hugo del Carril, Julio de Caro, Alberto Podesta, Alberto Castillo. Hasta Carlos Menem ha estado en su casa. Para nosotros fue una gran experiencia poder actuar allí y damos gracias a Dios de que estamos del lado de afuera: con libertad, amor y tango", dice Luciano, el bandeonista.


Maravillados con Colombia


Además de las experiencias con el grupo también se han maravillado con los paisajes de Colombia.

Lucas -el más joven, con 18 años- dice que lo primero que le impactó fue la belleza de la naturaleza, los verdes de las montañas.

 

"Venía en el colectivo y miraba por la ventana la cascada que caía. Bueno, eso nosotros no lo tenemos, porque vivimos en un llano, ver el precipicio por un lado y la vegetación por el otro", agrega.

 

Impulsados por el arte, estos argentinos viajarán a Ecuador el fin de semana y luego regresarán a su pueblo en la Argentina.

 

El núcleo más fuerte del ser humano es la familia, estás unido y lo podés todo. Con ellos voy hasta donde Dios diga 'basta' y mira hasta dónde hemos llegado", dice Javier.

 

5 ciudades colombianas han visitado los Duvall. La familia se ha presentado en cafés de tango, teatros y hasta en la cárcel de Manizales, donde dieron un concierto para los reclusos.

 

Fuente: eltiempo/cafe.com