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 Alejandro Bravo, campeón en la categoria máster

 

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Con algo parecido a un safari se podía comparar el movimiento en la finca Venecia de La Virginia (Risaralda) el fin de semana. Hombres y mujeres con gorras y sombreros, esquivando el sol, y con la escopeta al hombro o disparando parecían de cacería por el extenso terreno.
Sin embargo, los disparos no eran a animales. El blanco eran los platillos de arcilla que se lanzan desde las máquinas. Los 90 tiradores fueron los que participaron en la II Válida Nacional Sporting Clays, en la que se escogen los mejores del país para asistir en octubre al Nacional de la disciplina, en Estados Unidos.
Disparos por lado y lado se escuchaban en el terreno. 12 estaciones de disparo fueron dispuestas en un recorrido de 4 kilómetros. En diez de ellas los participantes tenían ocho oportunidades de tiro y en dos más, eran 10 platillos.

Plan de familia
Mientras algunos fruncían el ceño por no tener la suficiente puntería, un ambiente de camaradería rodeaba a la mayoría, que hacían chistes con sus compañeros y rivales al momento de continuar el camino, con la escopeta aún echando humo.
Familias completas se dieron cita en el lugar y aunque la mayoría daba ánimos a los suyos, otros cuanto le sacaban chiste a todo. "¡No! ¿No le da pena? Ni una medallita para la casa, ¡no!", le decía jocosamente una mujer a su esposo, mientras él sonreía y llegaba al otro puesto.
Representantes de Cundinamarca, Risaralda, Valle, Antioquia e inclusive Caldas (pero representando a Risaralda) se gastaron, como mínimo, 100 municiones (calibre 12, por lo general) para atinarle al mayor número posible de platos. Al final, no fueron muchas las sorpresas: Los más reconocidos se quedaron con los honores y ahora solo tienen que esperar a ratificarlo en agosto, cuando tengan la tercera y última válida, en Popayán.

Disciplina costosa
Practicar tiro, según los mismos practicantes de la disciplina, costoso. Además de las gafas protectoras y los tapaoídos, los participantes deben pagar los platillos y tener su propia escopeta (que puede costar desde 4 hasta 25 millones de pesos); así como las municiones, cada una de las cuales cuesta 1.200 pesos. Para la competencia -un total de 200 platos- deben tener un poco más de municiones para casos particulares como que el plato salga roto.


Resultados
- General: 1. Diego Duarte Delgado, Bogotá, 180; 2.Julián Tascón Teshima, Valle, 178; 3. Enrique Díaz, Bogotá, 176.
- Máster: 1. Alejandro Bravo, Risaralda, 173; 2.Sergio Munari, Bogotá, 173; 3. Andrés Palacios, Bogotá, 161.
- Juvenil: Pablo Bravo Henao, Risaralda, 145; 2. Daniel Gómez, Rirasalda, 123; María Alejandra Santana.
- Equipos: 1. Bogotá, 511; 2. Valle 1, 487; 3. Risaralda, 445.
* La competencia fue a 200 platillos. Los equipos estuvieron conformados por tres competidores, para un total de 600 platos.