El escritor checoslovaco Milan Kundera en su libro La Inmortalidad se refiere a la completamente terrenal alejada de la perennidad del alma asociada a la fe religiosa.

Fernando Vargas

“No voy a morir”

El escritor checoslovaco Milan Kundera en su libro La Inmortalidad se refiere a la completamente terrenal alejada de la perennidad del alma asociada a la fe religiosa.

Esta inmortalidad de la que nos habla Kundera es la de quienes perduran tras su muerte en la memoria de la posteridad, se mantienen en el futuro a pesar de su tiempo y de su espacio, esa inmortalidad se da cuando permanecemos en la mente no sólo de quienes nos conocieron sino en la de aquellos quienes sin nuestra obra, jamás nos hubieran intuido.

 A través del tiempo, el trabajo y la experiencia, José Fernando Vargas Marín ha consolidado su identidad en una obra caracterizada por el pastel, de estilo costumbrista, en la que se destaca el paisaje cafetero, la guadua y todos los matices y colores que identifican esta región.

 El 14 de agosto de 1964 nació en Chinchiná Caldas, Vargas, el pintor, el hombre que ha pasado por un trabajo artístico sin ningún apoyo, ya que como el mismo lo dice “en Colombia el apoyo hacia el arte es muy poco y el artista se ha relegado a bohemio y loco”, pero para él, el compromiso de artista es igual que en el de cualquier otra profesión, en el que se trabaja con el mismo sacrificio y dedicación sumando talento y esfuerzo, ya que “el arte no es una distracción”.

Gracias a la misma difusión que él mismo hace y a su calidad profesional su obra ya reconocida en Europa y Estados Unidos. Este gran representante del arte y la cultura de nuestra región trabaja cada día y se prepara cotidianamente, es conciente de que siempre habrá algo por mejorar y así crecer y evolucionar, así como continuará llevando su obra alrededor del mundo hasta alcanzar un reconocimiento internacional que le dará la seguridad de su inmortalidad en la que es imposible morir en la memoria del tiempo.